jueves, 24 de julio de 2008

Ansiado momento.


El aleteo de una blanca paloma la lleva hasta una hermosa playa desierta. Allí se encuentra de pie, frente a un expectante atardecer, con sus fuertes tonos anaranjados y su suave a olor a brisa del mar.
A lo lejos, un resplandor. Es el reflejo de algo. Algo que brilla en contacto con él cálido sol… La luz cegadora apenas deja ver en todo el esplendor a la silueta varonil que se ve allá en lo alto del acantilado. Corre. Interrumpida su carrera por el sonido de las gaviotas revoloteando. Ella permanece inmune, con una leve sonrisa en su boca. Sin esperar, ambos exaltados, se funden en un tierno y ansiado abrazo. Pasan los minutos, y parecen siglos. Esa suave sensación de paz y tranquilidad. De cariño e ilusión. Unas pequeñas y frías gotas de agua caen sobre sus frentes. Reaccionan a la vez, mirando al cielo, estaba lloviendo…

-Te he necesitado tanto…

Ambos se miraron y sonrieron fundiéndose nuevamente en un abrazo mucho más ansiado que el primero, dejándose llevar por el momento, comenzaron a dar vueltas juntos bajo la lluvia. Risas de felicidad, brisa primaveral, gotas de lluvia heladas sobre la piel blanca, olas golpeando las rocas. Parecen dos niños jugando a ser amantes…

1 comentario:

  1. Noelia Noelia
    Te estoy haciendo un poema
    No rima
    Pero me da igual.

    Soy una artista. (H)

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