
Siento como pequeñas lágrimas recorren mi rostro. Me hacen más débil aún. Me arrinconan entre estas cuatro paredes que parecen estar malditas. Ellas mismas dibujan pasado, presente, futuro… Es como si una nube de humo espeso me asfixiara. Como si cientos de víboras infectadas de veneno se acercasen a mí. Como si el viento soplase violentamente hasta que pierda el equilibrio. Y yo era fuerte, o eso creía. Quiero ser fuerte. Necesito luchar contra ella. Sí, ella. Mi peor enemiga, mi mayor traicionera, mi fuente de dolor: mi imaginación.
Yo no tengo imaginación, jó, :_
ResponderEliminar