Aún recuerdo aquella tarde en la que había atardecido antes de lo esperado. Eran poco más de las nueve de la noche y la gente caminaba por las calles llenas de luces y alboroto.
Yo, tan risueña como siempre, paseaba dando pequeños brincos por la acera. De pronto alguien me sorprendió por la espalda y me puso una venda en los ojos. Oí un leve susurro: ‘no digas nada, sólo déjate llevar…’. Sin más me entregué a esas manos que me parecían tan conocidas.
Llegamos a un lugar silencioso. Me quitó la venda delicadamente y, con un guiño, me invitó a pasar. La puerta se cerró y me quedé sola. Avancé lentamente y pisé unos pétalos de rosa. Me di cuenta de que era una especie de sendero de rosas que recorría todo el espacio. Lo seguí curiosamente. También había velas, muchas velas. Por fin logré entrar en la habitación. En ella se encontraba una cama llena de pétalos. Me paré frente a ella y vi la forma de un corazón con algo escrito debajo… ‘te quiero’.
Mis ojos derramaron un par de lágrimas, era tan bonito… Nunca nadie había hecho esto por mí. Di media vuelta y él estaba allí parado, observándome. Yo sólo pude lanzarme a su cuello y darle un entrañable abrazo…
Yo, tan risueña como siempre, paseaba dando pequeños brincos por la acera. De pronto alguien me sorprendió por la espalda y me puso una venda en los ojos. Oí un leve susurro: ‘no digas nada, sólo déjate llevar…’. Sin más me entregué a esas manos que me parecían tan conocidas.
Llegamos a un lugar silencioso. Me quitó la venda delicadamente y, con un guiño, me invitó a pasar. La puerta se cerró y me quedé sola. Avancé lentamente y pisé unos pétalos de rosa. Me di cuenta de que era una especie de sendero de rosas que recorría todo el espacio. Lo seguí curiosamente. También había velas, muchas velas. Por fin logré entrar en la habitación. En ella se encontraba una cama llena de pétalos. Me paré frente a ella y vi la forma de un corazón con algo escrito debajo… ‘te quiero’.
Mis ojos derramaron un par de lágrimas, era tan bonito… Nunca nadie había hecho esto por mí. Di media vuelta y él estaba allí parado, observándome. Yo sólo pude lanzarme a su cuello y darle un entrañable abrazo…
Te quiero G.
me gusta mucho Lia, es muy muy muy bonito
ResponderEliminarAy mi niña, qué poco ñoña es!
ResponderEliminarPrecioso y estupendo tu blog.
ResponderEliminarsaludos!
hermoso! me encantó...
ResponderEliminar¡Oi, que mono! :)
ResponderEliminarUn beso MUYGRANDE.
Te he nominado a un test en el que tienes que contar siete cosas (más) sobre ti, así que hazlo :)
ResponderEliminarAis, no sabía que yo también podía comentar! :D
ResponderEliminarSabes que me encanta la historia!! y tu blog entero!jiji
Eres genial! Te quiero muucho!